Hoy,
todo el proyecto independentista ha quedado reducido a las amenazas de Qim
Torra al Ejecutivo de Pedro Sánchez, las manifestaciones violentas de los CDR
en las que se ha pedido la “Dimisión de
Torra por traidor”, mientras que él mismo les pedía que “Aprieten”, cuando se enfrentaban a los
Mossos de Escuadra, y ayer la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) exigió al
Govern de Quim Torra, que fije antes de diciembre una estrategia “Única y unida” para proclamar la
República, advirtiendo que si no lo hace, la entidad dejará de apoyarle y
organizara manifestaciones.
Y
con más claridad es imposible, ya que han pedido a los políticos de Junts per
Cataluña y ERC, que den “un paso al
lado”, si no se ven capaces de suscribir la “Hoja de ruta” que lleve a la proclamación e implantación de la
República en Cataluña.
Una
amenaza muy seria que se suma al escenario hoy de Cataluña, que se puede calificar de muchas
formas, pero la mejor a mi juicio, es que estamos asistiendo al inicio de la
fase de “Liquidación del Proces
independentista” como consecuencia de la incapacidad legal para lograr “La independencia y la República”, y no
precisamente como consecuencia de las actuaciones del “Ejecutivo del Estado opresor: España”. Sino, como consecuencia de la fractura y confrontación de los líderes
del Junts per Cataluña, ERC y la CUP.
A
esa situación, yo me permito calificarla
como una “Liquidación por derribo”. Y
esa liquidación, “no la va a impedir
nadie”, ni va a haber “Nadie que los
arregle”. Por lo tanto, la dimisión de Qim Torra y la convocatoria de elecciones debería ser
la mejor respuesta para permitir que los catalanes y las catalanas decidieran
que a los partidos “Artífices
indiscutibles del fracaso independentista”, de la instauración de la fractura social y la no
convivencia pacífica. “No se les debe de
votar”. Como diría aquel: “A esos ni
agua”, si se quiere recuperar el Autogobierno, que están despreciando
reiteradamente los Puigdemont, Torra y Cia, y que tanto necesitan los catalanes
y por ende los españoles.
Porque
en Cataluña, las violaciones constitucionales del independentismo con sus
ilegalidades, lo que han venido confirmando es aquella frase de Aristóteles: “El todo es mayor que la suma de las
partes”. Pero de lo que se deriva, que cuando una parte cae, desaparece
irremediablemente el todo, este cae y ya no es posible.
Y
en Cataluña, ya han caído muchas partes, como para pensar que el “Todo independentista” va a continuar,
como si no le hubiera pasado nada.
Es
verdad que la evolución del cerebro de las personas es mucho más lenta que la
evolución de la economía e incluso de la política, con lo cual aquí hay un
decalaje muy importante, que exige entre otras muchas cosas. La firme labor
pedagógica en la sociedad catalana, a cargo de los partidos que se dicen
Constitucionalistas.
Pero lamentablemente ni el PP de Casado, ni la
Arrimadas de Ciudadanos están haciendo nada en ese sentido, más bien parecen
interesados en tensionar la situación, porque gracias a ello pueden existir en
el Parlament. Tan solo Miquel Iceta está haciendo esa labor, defendiendo la
legalidad y el dialogo entre catalanes y por supuesto con el Gobierno de Pedro
Sánchez.
Pero
entre las necesidades imperiosas, están para mi, el que el Tribunal Supremo inicie
los juicios para juzgar y condenar a todos los procesados, que están en prisión
preventiva y a los fugados en su condición de rebelión por estar ausentes en el
juicio.
Hace
falta tiempo, pero el tiempo, es siempre un juez sabio – discrepancias al
margen por las sentencias a veces de los jueces - pero que al final da la razón a quien la
tiene.
Las
personas que hoy están bajo la influencia de “Las cuentas y cuentos del Independentismo”, deben con el tiempo
reflexionar y convencerse que las aspiraciones del “Proces” han fracasado. Porque, ni eran posibles ni lo serán nunca
al margen de la Ley.
La
libertad de decidir es una falacia, que han contado No hay más libertad interior de las personas,
de estos catalanes hasta que no tomen tres fundamentales decisiones: “No dejarse manipular, Quererse a si mismo,
y ser efectivamente independiente”.
Y
si bien, hay un tiempo para cada cosa, para dejar que sucedan las cosas. Habrá
que empezar por admitir, que ese tiempo ya ha transcurrido en Cataluña, para el
“Proces”. Ahora es el tiempo, para
hacer que otras cosas sucedan: “La
confirmación del Auto-Gobierno en una Cataluña y una España mejor”.
Y
el seguir desde el Govern y el Parlament, con las mismas, visto lo visto a
nadie le debería extrañar que lo que
vaya a suceder, no sea, ni más ni menos que: “La liquidación por derribo” del proyecto independentista
precisamente por los artífices, de los mismos autores de los cuentos y en parte de algunos que se los creyeron.
“El España no roba”,
y que con la “Independencia y la
República los catalanes vivirían mejor”, ha sido “todo una engañifa”.
Así
que, como esos “Mantras” no se pueden sostener por más tiempo, solo con la
dimisión de Torra, las sentencias de los Magistrados del Supremo y unas
elecciones para devolver el sentido común al próximo Govern, se encuentra a mi
juicio la única solución a la crisis actual de Cataluña.
Lo
otro, “chulear verbalmente con amenazas
al Gobierno de Pedro Sánchez”, no le va a servir para nada al Govern ni
para lograr la libertad de los presos, ni tampoco el derecho de
auto-determinación.
Y
la tensión en Cataluña irá en aumento. Aunque no se ven en todos los telediarios,
porque la gran mayoria de ellos están alienados con la violencia que se está desatando,
en las calles. Así los Rivera, como los Casado,
pretenden que sirva como argumento sobre el que sustentar medidas que van en contra
del espíritu real que debería regir en nuestra Democracia.
Así
lo veo, lo creo y lo digo en estas reflexiones.
7 octubre 2018
César
Llorca Tello
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