¿QUIEN HA
GANADO EL 26- J?
El PP, un partido
imputado por financiación ilegal y con miembros de su partido condenados por
corrupción y responsables de las tramas Gurtel, Púnica, Noos, Brugal, Emarsa,
ha ganado las elecciones del 26-J
El partido
conservador ha aumentado 14 escaños a los obtenidos el 20-D. y ha alcanzado la
mayoría absoluta en el senado. Es evidente que con esos resultados, no ha
alcanzado la mayoría absoluta, pero no se puede dudar que el PP, ha salido
reforzado el 26-J
Con ello, tampoco
se puede dudar si decimos que ha ganado la corrupción, los recortes, el
desempleo, la precariedad laboral, los bancos, los desahucios, la pobreza, el
dolor de las familias que va a ir en aumento.
Sí, esos son los
ganadores, y aunque se eche mano del consabido “mantra”, ha sido “el pueblo
soberano” hay que reconocer los resultados y respetarlos por supuesto por
ser la voluntad del pueblo, también, como en este caso, es bueno recordar que a
veces “el pueblo también se equivoca”.
Yo creo que esos
resultados del PP. han sido posibles por varias razones. Pero la fundamental es
que la conciencia política de la ciudadanía está a ras del suelo, esa es su
dimensión en el día de la fecha. La ignorancia y el miedo han sido factores
decisivos para recuperar el incremento de votos y escaños del PP.
Por otro lado, el
poder del partido en el Gobierno siempre está favorecido por las ventajas del
poder. La batería de medios de comunicación y otras a su exclusivo servicio
como ha tenido el PP, le han servido para mantener la mejor defensa frente a
los ataques de todos los partidos en la campaña electoral. La apelación al voto
útil, le ha funcionado al PP, por encima de escándalos y corrupciones y como
antídoto del miedo a Podemos
En esta campaña
electoral, dos partidos escogieron convertirla en una lucha de extremos, sin
espacio para posiciones intermedias: el PP, y Unidos-Podemos.
Mariano Rajoy, se
mantuvo desde el primer minuto que mantendría su primera posición. Y defendió
en todo momento, como ya lo hizo tras el 20-D, la necesidad de una gran
coalición con el PSOE.
Mientras que Pablo
Iglesias intuyó de inmediato que la suma de Podemos y las alanzas territoriales
no bastaban para lograr el anhelado “sorpasso”,
y se dispuso a olvidar viejas rencillas con IU para sumar fuerzas. Con ellas
pensaba ya en el “sorpasso” fantasioso
incluso al PP. Pero a mí me parece que era un poco consciente de que solo no
podría lograrlo, si no contaba con el apoyo de los socialistas
Así pues nos hemos
encontrado con una pinza entre los extremos que ha sido el terreno en el que se
ha esforzado por salir airoso Pedro Sánchez. Desde que se presento a la
investidura para ser Presidente apostó por alcanzar logros que fueran
reconocidos por el electorado. El acuerdo suscrito con Ciudadanos fue una
acertado paso para lograr el desplazamiento del Gobierno de Mariano Rajoy, que no se logró por la vergonzosa
coincidencia de Podemos y el PP. Lo que hizo que se convocaran las nuevas
elecciones del 26-J.
En esta campaña electoral, Pedro Sánchez evitó
explicar con claridad su futura política de alianzas y fijar los límites. Pero
yo creo que con las muestras que le brindó Pablo Iglesias desde el 20-D, lo que
entendió con claridad meridiana el líder socialista, fue que el verdadero
enemigo del PSOE, se llamaba Unidos-Podemos.
De ahí que Pedro
Sánchez movilizara a todos sus dirigentes presentes y pasados y a todo el
conjunto de afiliados del PSOE, para evitar la amenaza que pronosticaban todos
los sondeos, de convertirse por primera vez en la historia democrática, en la
tercera fuerza política del país.
Y Pablo Iglesias
estuvo alimentando la idea de que un “Pacto
de las izquierdas” era posible y de que el voto a Unidos-Podemos seria un
voto útil que empujaría al PSOE hacia
esa opción. Aunque esa idea era imposible, por las propuestas programáticas en
lo económico y de la autodeterminación de los pueblos que defiende Pablo
Iglesias y que no la aceptan los dirigentes territoriales del PSOE.
La estrategia de
Podemos que con la amalgama de 20 partidos pensaba que Pablo Iglesias iba a ser
Presidente del Gobierno, ha sido el “gran
batacazo”. Al apenado padre del “Sorpasso”
Julio Anguita le aconsejo que no insista más con sus fracasos, no nos venga
ahora con salirnos de la U. Europea y volver a la peseta.
Podemos, necesitaba
doblar por encima al PSOE, en votos y escaños, lo que le vaticinaban la mayoría
de las encuestas y las urnas le negaron. La coalición Unidos-Podemos ha
resultado un fracaso electoral de primera división. Y como se dijo desde el
sector errojenista: “Hay sumas que
restan”. Y tanto, 1 millón 200,000 votos menos que en el 20-D y los mismos
diputados que en su anterior resultado: 71, confirman que la alianza con IU, y
la pérdida de la transversalidad han pasado factura y los coloca en un ambiente
de duelo
El ridículo más
espantoso sin embargo, lo siguió haciendo el día de las votaciones Pablo
Iglesias, que pasó de anunciar que iba a llamar a Pedro Sánchez para proponerle
un pacto de Gobierno en el que reclamaba la Presidencia, a enviarle un tímido
mensaje para hablar.
De todas formas hoy
mismo. Podemos ya ha manifestado que no es posible un acuerdo con el PSOE y
Ciudadanos, sus razones tendrá quizá inconfesables. Porque todos esos escaños
hacen 188 en total.
Después de esto, lo
lógico y natural es que Pablo Iglesias dimitiera, porque desde las posiciones
desde las que se va a afrontar ese
dialogo orgánico, tampoco son las mismas que tras el 20-D. Entonces 69 escaños
respaldaban a Pablo Iglesias, pero ahora tras el fracaso su legitimidad como Secretario
General ha perdido fuelle. La confluencia con IU ha estrellado a Iglesias y
cuestiona su liderazgo.
Ahora, con los
resultados alcanzados por los cuatro partidos fundamentales, donde ninguno ha
obtenido el número de escaños que le otorgaría la mayoría absoluta, la solución
es que hay que empezar a negociar, si se
quiere formar Gobierno y poder gobernar.
Y ahí van
a venir las dificultades del momento. Pero si todos los partidos ya se
comprometieron en el único debate a cuatro de la campaña, de que no iban a
facilitar unas nuevas convocatorias, la solución va a ser ponerse de acuerdo y
facilitar la consecución del Gobierno del país.
No hay otra vía. Para gobernar hay que pactar.
Pero hoy 27-J la
Comisión Ejecutiva del PSOE ya se ha pronunciado que desde los escaños
socialistas no se votara a favor de la investidura de Mariano Rajoy, ni tampoco
adoptaran la abstención para facilitar que sea Presidente. Sera pues Mariano
Rajoy quien tendrá que buscar con sus afinidades ideológicas la mayoría
necesaria.
Y si Mariano Rajoy
no es capaz de lograr los apoyos para que siga Gobernado con la misma política.
La suerte seria otras elecciones, que no dejan de ser una prueba más de la
incapacidad de los partidos políticos que actualmente van a ocupar los escaños el
próximo día 19 de julio.
A mí me parece que
sería una autentica barbaridad el que se tuvieran que convocar por tercera vez
elecciones generales.
Llegados a ese
extremo y en evitación de las mismas, la posición del PSOE debería proceder –
en mi opinión - de forma muy distinta a la que procedió tras el 20-D. En las
conversaciones que van a tener lugar entre Mariano Rajoy y los líderes de los
partidos, Pedro Sánchez debería exigir a Rajoy que este adoptase el acuerdo
establecido entre Ciudadanos – PSOE.
Estoy seguro que
Rajoy, rechazaría el documento, pero eso le serviría a Pedro Sánchez, reforzar
su voto negativo a la investidura de Mariano Rajoy que obviamente solo quiere
continuar con las políticas de ajustes y recortes, las medias clásicas del
neoliberalismo, en la próxima legislatura.
Y no se trata de
hipotecar el voto socialista, sino el poder evidenciar que el PP solo quiere
gobernar solo, y solamente con su política. Por esa razón, una vez más el PSOE
podría reafirmarse en el NO que ha venido con razón y por justicia manifestando
desde el 20-D
¿Qué puede pasar?
Pues que el PP logre los apoyos necesarios para ser investido en la segunda
vuelta. Pues el PSOE ocuparía los escaños de la oposición. Y eso no debe de ser
ningún problema para el PSOE.
Los problemas que
el PSOE debe abordar con seriedad y a fondo es el modelo de partido que hoy es,
y las causas por las que se van perdiendo la influencia social que los
socialistas tuvieron en décadas muy positivas para la consolidación de la
democracia y la configuración del Estado de Bienestar. Y alejarse en la
búsqueda de soluciones para esa recuperación, de que en el cambio del
Secretario General, está hoy la solución al gran problema del PSOE, que no es
otro que el de ser capaces de transformar el partido en una organización mas
vinculada con propuestas justas, a la solución de los múltiples problemas que
tenemos los españoles en este país.
Enredarse en cambios del Secretario General,
no sería lo acertado. Y eso lo demuestra la misma praxis que el propio PSOE ha
llevado a cabo con los numerosos
secretarios generales que ha ido recambiando, pero que no han solucionado el
gran problema: la pérdida de la influencia social que se ha ido verificando a
través de los sucesivos comicios electorales y los resultados que han venido
registrando las candidaturas del PSOE
Y si no hay acuerdo para sacar adelante la
investidura de Rajoy, me temo que la convocatoria de nuevas elecciones, que
serian una grandísima vergüenza, solo nos demostraría la correcta pregunta con
la que he titulado este artículo: ¿Quién
ha ganado el 26-J?
27 junio 2016.
De acuerdo O.K.
ResponderEliminarRafa
OK OK OK OK
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