Está muy extendida entre
la población, que los partidos políticos proponen cosas en sus campañas
electorales, pero cuando alcanzan poder institucional, no cumplen lo que
anunciaron en sus programas.
Y esa sensación que hoy
nos ofrece una gran parte de la población, siendo grave, no llega a compararse,
por su gravedad, a las actuaciones de determinadas fuerzas que por sus propias
actuaciones - que no por otra cosa -
auto-destruyen sus propios principios, los que un día les llevaron a ser
como partidos, lo que fueron.
El ejemplo más próximo, es
lo sucedido a Podemos, con el fracaso absoluto de sus candidaturas
Este partido no nació como
resultado de un trabajo orgánico de Pablo Iglesias y un puñado de profesores
universitario. Pero estos solo supieron aprovecharse del malestar de la
población, como consecuencia de la crisis económica y del Gobierno de Mariano
Rajoy, que el 15- M llenaron las plazas de las ciudades, y de manera especial
la Puerta del Sol de Madrid, con los gritos de: “No nos representan” y otras consignas anti-sistema.
Y sobre esa base de
malestar ciudadano, y una capacidad indudable de aprovechamiento, surgió
Podemos con Pablo Iglesias como máximo dirigente y con unos objetivos como el “Sorpasso al PSOE”, y consignas súper-revolucionarias:
“El asalto a los cielos”, y otros
mantras anti-sistema de corte populista. Lo que les llevó a cosechar 5 millones
de votos en los comicios Europeos, y que a partir de ahí contó con el apoyo
mediático de la derecha del PP y del Gobierno de Mariano Rajoy, porque así
entendían que Podemos restaría poder institucional al PSOE
Pero nada de eso ha
sucedido. A tenor de lo que le acaba de suceder a Podemos, es que sigue en la
misma jugada que en el 2016, que hizo posible la continuidad de Mariano Rajoy y
el PP en el Gobierno. Ayer limitándose a denunciar el pacto PSOE- Ciudadanos,
puso en bandeja el poder a Mariano Rajoy.
Entonces como ahora, echar
al PSOE ha sido y sigue siendo el mismo objetivo de Pablo Iglesias desde Podemos,
desde la “hipotética izquierda” que
se dicen representar, este fracasado y embustero lidercillo no ha variado su
objetivo, pero ahora necesita que sus fracasos por sus “radicalismos”
y “sus dos huevos duros” a cualquier
propuesta, tengan como resultado ser Ministro en el futuro Gobierno socialista.
Ahora la maniobra, se ha
repetido en el Ayuntamiento de Madrid, y no vale decir que si con los votos de
Madrid en Pie, hubiera sido elegida Carmena, ya que la denuncia contra la
honestidad de su equipo, respaldada por Iglesias el sábado 25, ya sin
posibilidad de réplica, buscó todo lo contrario.
Su efecto, no fue solo
cuantitativo al sembrar la desconfianza en un electorado común. Fue más grave,
el argumento televisado de Iglesias, de que Carmena “tenia votos de sobra” y había que votar entonces a “Una izquierda de verdad”.
Esa prueba de cinismo
político de Pablo Iglesias, no es una novedad, es el vivo auto-retrato político
de este fracasado lidercillo de “Su
Podemos”, a tenor de las rupturas de la organización en Andalucia, y en
otras Comunidades, en clara oposición a sus políticas y al empeño de ser
Ministro en el futuro Gobierno. Si algún título podria dársele a Pablo Iglesias
es el de “Socio de Honor del PP y de Mariano
Rajoy”.
Algo parecido le ha
sucedido a Ciudadanos, que empezó su aventura, casi como socialdemócrata, con
el pacto de Gobierno con el PSOE, y ha pasado por aceptar vergonzosamente la
alianza con participación de VOX, y eso sin haber cumplido ninguno de sus
objetivos. Desde la campaña electoral de Andalucia, resulta penoso el esfuerzo
de Rivera y demás dirigentes de Cs, por cargar contra Pedro Sanchez y el PSOE,
mientras que miran hacia otro lado, si les mencionan a VOX.
Yo entiendo correctamente
la actitud de Casado y del PP, con VOX, porque esta formación – aunque no tenga
formación estructurada – es una excrecencia suya. Pero no la de Ciudadanos, que
en contra de lo que presumía Rivera, ni ha entrado a Gobernar España, y no va a
gobernar casi nada. A lo más que puede aspirar Cs es a ser la “Muletilla del PP”. Y tener la mancha en su hoja de ruta,
por la presencia de VOX.
Y por lo tanto, lo que ha
quedado demostrado es que desde sus promesas y lo logrado tanto por Podemos
como por Ciudadanos, ha habido un gran trecho, un vacio de objetivos no
alcanzados, que han venido a confirmar el fracaso político de Iglesias y
Rivera.
Por ello, y en coherencia
a los resultados alcanzados en las urnas, la coherencia política de los
partidos políticos no pasa por exigencias de Gobiernos de Coalición, para el
Gobierno Central. Sino por asumir la realidad política surgida de las urnas. Lo
contrario podria ser letal para dirigentes y para la propia formación.
En primer lugar, la de
facilitar la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, y que
Pablo Iglesias acepte que sus fracasos políticos, no pueden tener como “Premio, el formar como Ministro, parte de
un Gobierno de Coalición, PSOE-Unidas Podemos”.
En esa aceptación, no creo
que Iglesias se aparque, incluso en que esté de acuerdo en aceptar la
negociación de algunas medidas de Gobierno para toda la legislatura. Su
chulería política me temo que no va a favorecer, ningún acuerdo con el PSOE.
Y si Albert Rivera, persiste
en su actitud anti-PSOE, esperando que socialistas, al margen de Pedro Sanchez,
pacten con ellos. Y no corrige su ridícula propuesta, pueden transformarse en
un obstáculo real, para la investidura de Pedro Sanchez como Presidente de
Gobierno.
En mi opinión, solo el
Gobierno Socialista con personas independientes, de reconocido prestigio, es la
mejor opción posible. La única forma de hacer de esta legislatura una etapa de
progreso en la mejora de nuestras condiciones de vida.
Por lo tanto, no creo que
las amenazas de los “Reiterados
perdedores”, tanto Unidas-Podemos como Cs, sean la solución a adoptar,
negándose a la investidura de Pedro Sánchez.
Y si así fuera, el pueblo
soberano tendría que tomar bien nota. De que los fracasos políticos y
personales de Iglesias y Rivera, nos lleven votando con PP y VOX a la
convocatoria de nuevas elecciones legislativas. Pero de estas, los “Mindunguis y trileros de la, política”,
no saldrían bien-parados.
Bueno, así lo creo, y así
lo expreso.
3 junio 2019
César Llorca Tello
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