A
quienes les pueda parecer que exagero, con el título de estas reflexiones.
Tengo que decirles, que es a costa de
evidenciar realidades, de verdades
como puños, que se están dando en países de la Unión Europea y que son
una peligrosa realidad. A mí me parece, tanto la necesidad del título, y la
advertencia del peligro del fascismo, que no están de más, porque no son desgraciadamente fruto de
un delirio trasnochado del autor de estas reflexiones.
Es una necesidad dar la alarma, porque ¡Si!. El fascismo lo tenemos, no en las puertas como señalan algunos
analistas políticos, sino dentro ya de la Europa, en parlamento y en gobiernos
de países. Si en Europa, en el mismo continente, que sin inmutarse, contemplo
el acceso de Hitler al poder en Alemania y que sufrió las consecuencias de esas
políticas al verse sumergida en la II Guerra Mundial, que provocaron la muerte
de millones de personas en los campos de batalla, así como las victimas en los
campos de exterminio nazis.
Ahora
y desde hace unos pocos años, en varios países de Europa del Este, y a la
cabeza de los mismos, la Hungría de Viktor Orban que está lanzando peligrosos
ataques contra los valores fundacionales de la Unión Europea. Y curiosamente lo
hacen alardeando el primero de todos ellos,
la defensa de las libertades políticas a través del Estado de Derecho
Pero
ante ese empeño del dictadorzuelo húngaro, no es difícil darse cuenta que esos propósitos
solo quieren que regrese en Europa, una de las bestias más sanguinarias y
destructivas de la historia reciente de Europa: EL FASCISMO.
Y
aunque haya analistas y políticos que solo ven esa amenaza muy lejana, para mí,
esta apreciación no está tan lejana: el FASCISMO está ya instalado en Europa.
Y
como las próximas elecciones al Parlamento Europeo se celebraran en mayo
próximo, es lo que ha llevado a que desde las conciencias mas despiertas se
haga un llamamiento – que a algunos les parecerá exagerado – pero yo soy de los
que creen que sí, que es tan lógico como
desesperado, y tan necesario advertir de las consecuencias desastrosas para el
futuro de Europa, que supondrían los éxitos electorales de las fuerzas
fascistas en el conjunto de países de la U. Europea.
Estamos
pues, - en mi opinión – ante la necesidad imperiosa de que la alarma, se
transforme en la batalla política contra el Fascismo. Porque un éxito de los “Nacionalismos y del Soberanismo”, serian no solo una dificultad, y muy seria,
para la Unión Europea, sino el regreso de inmediato a una conflictividad entre
los Estados, con grandes riesgos para la convivencia y el progreso económico y
social, que nos vendría a recordar la maldición secular tan bien sintetizada
por el célebre aforismo de Carl von Clausewitz: “La guerra no es más que la continuidad de la política por otros
medios”.
Pero
transformar las advertencias del “peligro
Fascista en Europa”, en actuaciones consecuentes, plantean en primer lugar
que los partidos democráticos, las fuerzas políticas organizadas y que tienen
sus raíces culturales en la democracia y el Estado de Derecho, se dispongan a
frenar el desarrollo del Fascismo en Europa.
Y
no hay que perder tiempo alguno, ya que las elecciones Europeas si que están en
puertas. Y ponerse ahora a pensar en las diferencias, en los aspectos que
dividen a los socialistas de los liberales y los populares, no es lo más
conveniente.
En
primer lugar, y es verdad, hacen falta otras políticas en Europa, la crisis y
la recesión que ha seguido globalmente a todos los países, han generado paro,
desigualdades y perdidas de derechos y libertades económicas y sociales, que
hay que recuperar con políticas diferentes, más activas en la creación de empleo,
progreso y bienestar. Y a falta de esas políticas, se han
favorecido la aparición con diversos nombres de formaciones claramente
neo-nazis, fascistas, en parlamentos y gobiernos en Europa. Y ahí están.
Por
esa razón, hoy en primer lugar hay que situar esa batalla contra esas fuerzas
reaccionarias, en todos y cada uno de los países donde empiezan a contar con
apoyos populares entre la ciudadanía.
Yo
sé que no es tarea fácil, la solucion que apunto, pero esa debe de ser - en mi opinión - la hoja de ruta, la bandera
de lucha contra los “Nazi-onalismo, y
Separatismos Soberanistas”, porque –
por ejemplo en Alemania – donde la Merkel
lidera la coalición entre las dos principales fuerzas políticas europeas:
“La popular cristiana y la
socialdemócrata”, se corre el riesgo,
de que la Canciller alemana abandone decididamente la tentación de contener el
ascenso de la “Derecha populista·, a
base de invadir su propio territorio como desean sus aliados bávaros.
La
señora Ángela Merkel, debería dejar claro en estas circunstancias, que su
apuesta fundamental, es oponerse al bloque soberanista. Porque si los moderados
alemanes, no cortan los lazos con el dictador húngaro, Orban del Partido
Popular Europeo, y los populismo de todos los países, correremos seguramente la
misma suerte, el mismo error, que en el pasado siglo, hizo posible al acceso de
Adolf Hitler. Pero además – al igual que entonces - Europa vendría a sumirse en
un periodo donde todas las esperanzas de ponerse a salvo del Fascismo –
Nazi-onalismo que se avecina, disminuirían entre los pueblos, a la mas mínima
expresión.
En
España, esa confrontación contra “El
franquismo que formaron parte del PP, y frente al sucedáneo ultra-derechista de
Ciudadanos” está corriendo a cargo del PSOE, y del Gobierno, que encuentra
todas las dificultades posibles de los boicots de los sentimentales
franquistas, que aun se oponen – claro lo propio de ser fascistas - “a
la exhumación del dictador Franco”.
Pero,
la decisión de sacar a Franco, es una prueba más de la determinación del
Gobierno de actuar más allá de los límites de 84 escaños. Mientras que “las derechas” PP y Ciudadanos están
peleándose por disputarse un electorado que es el mismo, el que configuran los
sentimentales del franquismo y los aspirantes a ser herederos y continuadores
de la “Derecha carpetovetónica y
franquista de nuestro país”.
Frenar
a esas huestes en las próximas elecciones, negándoles el voto al PP y
Ciudadanos. Igualmente que a los Independentistas del PDeCAT, ERC y la CUP, son
la mejor aportación de los españoles, a esa gran labor de desenmascarar a las
fuerzas más reaccionarias que quieren destrozar Europa, las Libertades y la
Democracia.
Yo
estoy convencido, que la tarea del Gobierno, va a estar continuamente
reconocida tanto en Cataluña como en el resto del Estado. Y en las elecciones,
en todas ellas, locales, autonómicas, europeas y las Generales, y los votos
mayoritarios del PSOE van a ser la mejor y única garantía, de que se adopten
las soluciones a los problemas heredados del Gobierno conservador de Mariano
Rajoy.
Y
con ello, la soberanía del pueblo decidirá su STOP al Fascismo, en Europa pero
también en nuestro país. Porque, los años de la Dictadura franquista, ya nos
mostraron, la conveniencia del STOP al franquismo del PP y de Ciudadanos.
Así
lo veo, y así lo escribo. “Salvo error u
omisión”.
César
Llorca Tello
25
agosto 2018