LAS DIFICULTADES PARA LA UNIDAD DE LA
IZQUIERDA.
No son ficticias, son reales, medibles y
cuantificables. Y ante ellas tenemos que reaccionar.
Aunque
la “Unidad de la izquierda” que se
reclama por algún político, de hecho pertenecen al voluntarismo personal pero
no de su partido, expresa que no están entendiendo, ó no quieren entender por
otros propósitos, que la política
necesita para abrir paso a esa necesidad:“Alcanzar
los acuerdos políticos que a su vez configuren la mayoría aritmética, que lo hagan
posible.”
Porque
el problema real, radica – en mi opinión – y no es otro, en que siendo esa necesidad imperiosa “La Unidad de la Izquierda” para acabar
con el Gobierno de Mariano Rajoy, hoy por hoy esa “Unidad no se da entre las fuerzas del hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo
con la mayoría aritmética suficiente. Y partiendo de esa realidad, no
parece conveniente alimentar verbalmente
falsas esperanzas.
Y porque además, partiendo de ese escenario objetivo, que hoy es la Sede del Congreso de los Diputados, en donde
solo las mayorías parlamentarias pueden decidir cualquier aspecto, hay que
admitir, que “lo que no puede ser, no
puede ser, y además es imposible”, y dejar de manipulaciones verbales, de
unos y otros que marean, confunden y tienden a generar más frustraciones entre
la ciudadanía, que esperanzas reales de poder acabar con el Gobierno de Mariano
Rajoy.
En mi opinión, y sin que ello suponga por
supuesto de ningún modo, mi renuncia a la consecución de “La Unidad de la Izquierda”, a mi me parece aconsejable a todos los
representantes de los partidos situados en el área de la Izquierda, un mayor
control verbal, algo de prudencia en algunos de sus representantes.
En
primer lugar, para no levantar falsas expectativas, que no son posibles, y confunden
y en consecuencia alimentan frustraciones de importantes sectores de la
sociedad, que desean como “Agua de mayo,
la Unidad de la izquierda”. Es decir,
que se debieran contener de hacer públicas
las propuestas, “que son
irrealizables”, aritméticamente hablando, y por lo tanto, incapaces de
transformarse en algo positivo, y porque
además, en el fondo alimentan la desafección de la política de una gran mayoría
de ciudadanos frustrados.
Es
cierto que los datos del CIS del mes de julio acerca de la estimación del voto
recogen un incremento porcentual del PSOE entre los resultados en Octubre de
2016, (el 17%) y los de julio de este año con el 24,9%.
Es
indudable que a esos resultados – son solo las encuestas del CIS – que ahora
han dado resultados positivos, pero mañana nos podemos encontrar con los
resultados de otros sondeos que incluso indique el frenado de la tendencia
alcista que se ha observado el PSOE en julio de este año, pero junto a la valoración realizada de los líderes
de los partidos, es Pedro Sánchez el que
está en cabeza, son estimaciones positivas.
Esta valoración, constituye a mi modo de ver, un
hecho más, que ha venido a “reiterar el
fracasado argumento esgrimido por Susana Díaz” que aseguraba en su campaña
de Primarias “el fin del PSOE con Pedro
Sánchez de Secretario General”.
El
citado sondeo del CIS, - si se hubieran hecho las elecciones generales ese mes
- ha dado una estimación del voto para el PP del 28,8% y el de Ciudadanos en el
14,5%, en su conjunto el 43,3%, y para el PSOE el 24,9% que con la estimación
de Podemos en un 20,5%, habrían alcanzado el 45,4%.
Estos
resultados porcentuales, - siempre en opinión del CIS – permitirían el frente
de izquierdas, superar a la derecha. Y siguiendo con las elucubraciones del
CIS, casi un 7% de los votantes de Unidos –Podemos en 2016, ahora –en julio-
hubieran votado al PSOE. Un 8,3% de los votos de las Confluencias de En Comú-
Podem y de la gallega En Marea, lo hubieran hecho por el PSOE.
También
destacan, que hasta un 10% del electorado de la confluencia valenciana, ahora
daría su voto al PSOE, en caso de celebrarse elecciones. Y otro dato relevante,
es que el PSOE, sería el partido que más voto atraería de la ciudadanía que se
abstuvo en las últimas generales del 2016 ya que más del 12% de
abstencionistas, ahora se acercaría a las urnas y cogerían las papeletas del
PSOE.
El
PSOE también recogería más de un 4% de los votos que en 2016 fueron a parar al
PNV, y casi un 2% de votantes que apostaron por Ciudadanos el pasado año.
Todos
esos resultado elaborados por el CIS, quiero recordar son los que se hubieran
dado “Si en julio del 2017” se
hubieran realizado las elecciones generales. Pero como no ha sido así, lo dicho por el CIS queda solo en dudosas opiniones,
en un bla, bla, bla, “de los que no se
puede extraer con éxito, las propuestas como las realizadas por Podemos,
presionando al PSOE para formar un Gobierno cuanto antes”, al menos si se
tiene en cuenta la “Aritmética
parlamentaria actual”.
Yo
estoy convencido de que esas “propuestas-presiones”
de Podemos, tienen más como objetivo dar la imagen de un PSOE que renuncia a
cambiar al Gobierno de Mariano Rajoy, y que esa “estrategia le aporte posibilidades para el Sorpasso” del que Pablo
Iglesias no ha renunciado, aunque haya en cierta medida suavizado, su lenguaje
con relación al PSOE.
Y
los datos del CIS, así como la entrada en el Gobierno de Castilla La Mancha de
dos representantes de Podemos, le han servido para seguir desde Podemos
lanzando “mantras imposibles”, hoy
por hoy de llevar a cabo, como es emplazar a Pedro Sánchez, a que impulse “lo antes posible” una moción de
censura contra Mariano Rajoy. Y que según
Pablo Echenique “espera que el
pacto de Castilla La Mancha, marque el rumbo”.
A
mí me convence cada día más y más, que esa estrategia de Podemos, responde a la
estrategia de un pretendido “desgaste y
freno al desarrollo y ampliación en la intención de voto al PSOE”.
Porque
si aritméticamente es hoy por hoy imposible, otros datos como son la división
de opiniones en el seno de Podemos, de sectores como el anti-capitalista
capitaneado en Andalucia por Teresa Rodríguez, que rechaza un Gobierno con el
PSOE, porque no hay que olvidar, según ella: “el GAL, las Reformas Laborales, la OTAN y la corrupción, etc., etc.”.
Y con estas “razones” no es de
esperar que Podemos de Andalucia estará de acuerdo en formar Gobierno con el
PSOE, ni en Andalucia, ni en España, asi de claro.
Tan
claro como que en Aragón y Extremadura, es impensable un acuerdo de las
características de Castilla La Mancha. Y si nos fijamos en la Comunidad
Valenciana, Podemos no ha querido participar en el Gobierno valenciano. En
resumen que sin tener una posición favorable a que un día PSOE y Podemos
pudieran formar Gobierno, Echenique insiste en las exigencias de formar un
Gobierno cuanto antes mediante una “nueva
moción de censura”.
En
mi opinión esas presiones ya han sido respondidas –a mi juicio – con grandes
muestras de inteligencia política por la cúpula socialista en tanto que recibiendo con interés las
propuestas de Podemos de explorar vías para desbancar a Mariano Rajoy, ha
rechazado la posibilidad ahora, de presentar una nueva moción de censura, ya
que ello tanto el PSOE como Podemos necesitarían, el apoyo de los
independentistas para imponerse. Y no parece que esos apoyos sean los
aconsejables, ni los posibles.
La
respuesta dada por el Secretario de Organización del PSOE, José Luis Abalos, a
situado en mi opinión las cosas muy claras, en lo que se refiere a la posibilidad de un Gobierno de coalición
con Podemos, como una hipótesis “De
futuro”.
Esta
es en mi opinión el escenario real en cuanto a la “Unidad de la Izquierda”, hoy, y por lo tanto las especulaciones
que se hagan por boca de algún representante de Podemos ó desde la interesada
confusión alimentada mediáticamente, yo pienso que no tienen mas fin, que el de
alimentar la confusión entre los ciudadanos, y la frustración especialmente con
el PSOE.
La
“Unidad de la Izquierda” tiene para
mi, que recorrer un camino complicado, que necesita de muchos factores
favorables para su consecución, y entre ellos está la Unidad en el seno del
PSOE, en la defensa y aplicación de las Resoluciones del 39 Congreso, en todas
las organizaciones y en todas las Comunidades, también y especialmente de
Despeñaperros hacia abajo, donde Susana Díaz, sigue sin digerir su “rotundo fracaso” en las Primarias y en
el 39 Congreso del PSOE.
La
unidad de la izquierda necesita también que Unidos–Podemos homogenice su
discurso político en todas sus
organizaciones, y que sea capaz de admitir que el fracasado “Sorpasso” no se puede seguir
alimentando con las propuestas orientadas a “pretender mostrar” ante la sociedad, que si no se acaba con
Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno es porque no quiere el PSOE.
Y
se necesita también, que en este interregno de tiempo donde siga Mariano Rajoy
como Presidente, se vayan logrando acuerdos parlamentarios, con propuestas que
permitan la recuperación de los derechos económicos y sociales que su Gobierno
los ha eliminado.
Y
que también, todas las experiencias que nos ha tocado vivir desde la
legislatura pasada, y la crisis vivida en el interior del PSOE, y de forma
especial la “Gran Corrupción”
practicada por numerosos dirigentes del PP,
sean “referentes para reorientar
nuestros próximos votos en las próximas elecciones generales”. Porque tal y
como están las cosas o se produce una sensible modificación de los escaños en
el Congreso de los Diputados a favor de Pedro Sánchez y del “Nuevo PSOE”, o tendremos Mariano Rajoy
de inquilino de La Moncloa, otra legislatura.
13 agosto 2017
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