viernes, 16 de junio de 2017

ASPECTOS POSITIVOS DE UNA MOCION FRACASADA.


 
El gobierno de Mariano Rajoy, es absolutamente censurable. Y es por eso que los días 13 y 14 de junio, hemos asistido al debate transmitido por la Sexta-TV, con motivo de la moción de censura presentada por Unidos-Podemos, contra Mariano Rajoy y su Gobierno, motivada por los numerosos casos de corrupción de cargos y responsables del PP desde las instituciones públicas.

En mi opinión creo que ha sido un buen debate, y que se ha conocido y seguido con gran interés, a pesar de que desde el anuncio de la citada moción por Pablo Iglesia, ya se conocía el fracaso de la misma. Y así ha sido, tras el debate parlamentario, y la votación cuyos resultados fueron 82 a favor, 170 en contra y 97 abstenciones: Mariano Rajoy ha continuado como presidente del Gobierno.

Pero eso ya se sabía, desde el mismo día que Pablo Iglesias la anunciara, demostrando que no ha sabido administrar los tiempos que en política es muy importante. Y en un descarado intento de interferir en el proceso de elección del Secretario General de los socialistas,  se pusieron a meter presión y registraron la moción de censura en el Congreso de los Diputados, aun no contando con la mayoría absoluta necesaria para que la moción pudiese lograr el cambio del Presidente del Gobierno.

Lo que hizo aparecer a la citada moción, más orientada a interferir en el proceso de reconstrucción del PSOE con el liderazgo de Pedro Sánchez, que a quitar a Mariano Rajoy como Presidente. Es que con esas circunstancias, la moción era un brindis al solo, en cierta medida  con el fracaso previsto, era dar un balón de oxigeno al gobierno, más que acabar con Mariano Rajoy como Presidente del mismo

Pero dejando de lado eso que ya es historia, a mí me parece, que el debate como tal, por las intervenciones que se han dado, ha sido un debate muy importante, tanto por el repaso critico de la corrupción en el seno del PP, y las practicas cómplices del Gobierno de Mariano Rajoy, que corrió a cargo de Irene Montero, la portavoz de Unidos-Podemos, que merecen, mi reconocimiento por su brillante intervención.

 

El acierto de sus contenidos,  el relato de los numerosos casos de corrupción, y el tono empleado para relatar las vergonzosas actuaciones delictivas de los destacados miembros del PP, hoy encartados judicialmente y que salen a diario en las páginas de tribunales de los periódicos, hicieron de la intervención de Irene Montero, un alegato tan veraz, que Mariano Rajoy no habría tenido que responderle, desde la tribuna, debería haber anunciado su inmediata dimisión.

Mientras que de la larga intervención de Pablo Iglesias, si bien hay que destacar obviamente las críticas por la corrupción del PP, también el tono empleado  al dirigirse al PSOE ha sido muy diferente a los insultos y descalificaciones que en otras ocasiones había empleado contra este partido.

Y ese aparente “cambio de estilo”, de Pablo Iglesias al maltratado partido socialista, cuya mayor expresión fue cuando frustró la investidura de Pedro Sánchez en marzo de 2016, tiene en mi opinión una clara explicación.

La razón a mi juicio, para tender ahora la mano, verbalmente al menos al PSOE, radica en la desesperada situación de Pablo Iglesias que sale fracasado de su moción de censura. Pablo Iglesias está solo, y además muy mal aconsejado.

Que su moción haya tenido los votos favorables de ERC y Bildú, y también de Compromis, demuestra la nula capacidad de Podemos para aunar convergencias con otras fuerzas políticas del actual hemiciclo de la Carrera De San Jerónimo. Inclusive para criticar al Gobierno de Mariano Rajoy. Aspecto que por lo tanto, ha  evidenciado la incapacidad de Podemos para lograr acuerdos y  alianzas.

En mi opinión, creo que el líder de Podemos, necesita al PSOE para encubrir el fracaso de la moción de censura, y aun reconociendo los errores del pasado en su obsesivo “Sorpasso” y los errores de la estrategia de las últimas semanas. El melifluo trato invitando al PSOE para ponerse de acuerdo, si bien es de agradecer – mejor eso que el insulto - no va a poder alcanzarse así como así, porque llegar a esos acuerdos, sin vetos por parte de Podemos está por ver. Sigue siendo una incógnita.

Porque Pablo Iglesias, no debería confundirse, y con su error confundir al personal, porque para alcanzar la mayoría absoluta necesaria para desahuciar a Mariano Rajoy de La Moncloa, se necesita en primer lugar el acuerdo mayoritario entre partidos, que haga posible la mayoría numérica, la mitad mas uno del número de diputados.

Pero no se puede sumar aritméticamente si no se establece el acuerdo político entre los partidos aun con diferentes visiones globales pero que tengan el mismo común denominador: Es decir acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy. Y máxime hoy, donde la correlación de fuerzas en el Congreso de los Diputados requiere negociaciones y acuerdos transversales para sacar cualquier propuesta adelante.

Porque como bien precisó, en su magistral intervención José Luis Abalos, “En política, a veces es necesario sumar”. Y por ello anuncio la voluntad del PSOE de construir mayorías alternativas en la Cámara de Diputados para desmontar las políticas injustas del PP y para sacar adelante las reformas justas que reclama la sociedad.

Abalos tuvo a mi juicio, la más brillante intervención, de las que se dieron en las dos jornadas de debate. Y entre ellas, recordó a Pablo Iglesias que el Gobierno de Mariano Rajoy al que se le había presentado la moción de censura, era el mismo Gobierno del mismo partido y de Mariano Rajoy como Presidente, al que se facilito su continuidad en el gobierno con el rechazo a la investidura de Pedro Sánchez.

Igualmente recordó que las propuestas que hacia Podemos con ocasión de la moción de censura eran propuestas que formaron parte del acuerdo PSOE – Ciudadanos, que Podemos rechazó en su día.

Estos recordatorios, en mi opinión vienen a anunciar que la voluntad inequívoca del PSOE es la de alcanzar acuerdos, pero las exclusiones que Pablo Iglesias hace del partido de Albert Rivera, y viceversa, para alcanzar cualquier acuerdo, permiten prever que los vetos de Podemos y Ciudadanos,  van a estar presentes durante algún tiempo.

El duelo Iglesias-Rivera en el debate, fue en mi opinión, la confirmación de que un acuerdo transversal con estas fuerzas,  como ya intento Pedro Sánchez llevarlo a cabo, pese a las buenas predisposiciones de la nueva dirección ejecutiva del PSOE,  para de nuevo reintentarlo, va a tener serias dificultades para transformarse en la mayoría necesaria para alcanzar con  éxito, en el próximo periodo de sesiones  las pretensiones de una nueva moción de censura, que pretendiera plantear Pablo Iglesias.

Por lo tanto, para mí, la conclusión  de esta moción de censura de Unidos–Podemos es la de la constatación evidente del fracaso de la misma, sino de la soledad política de Pablo Iglesias, y de una predisposición aparente del mismo a acordar con el PSOE, una actitud positivo como se manifestó en su intervención, pero que en el fondo a mi me parece, que corre el riesgo de quedar en eso, en palabras y gestos, nada más.

Porque la transversalidad de los acuerdos necesarios para derrocar a Mariano Rajoy como Presidente, es hoy por hoy, con la realidad política de la fragmentación del hemiciclo parlamentario: “Una necesidad imperiosa.” Y mientras que eso no se entienda ni por Podemos ni por Ciudadanos, con sus vetos respectivos, vamos a ir abocados a  que sean las urnas  en su día, las que decidan una nueva correlación de fuerzas que hagan posible el cambio del Gobierno.

Y a mí me parece, que si desde Podemos se pretende  seguir utilizando el argumento de que Unidos-Podemos va a tener, de presentar en el próximo periodo de sesiones, otra moción de censura, para evidenciar que el PSOE de Pedro Sánchez no la vuelve a apoyar.

Repetir la misma experiencia, va a ser un espectáculo político que solo ha servido para evidenciar la soledad política de un Pablo Iglesias, que en mi opinión debería aprender de esta experiencia. Y no le va a afectar para nada al PSOE en la dinámica de recuperación de afiliados y antiguos electores que se ha iniciado desde que Pedro Sánchez es el líder indiscutible de un PSOE de izquierdas.

Y si los vetos partidistas de uno y otro partido, hacen imposible el acuerdo necesario para revocar a Mariano Rajoy, como  ya he dicho, tendremos que esperar a que sean las urnas de los próximos comicios electorales las que  decidan los cambios de Gobierno y de políticas en nuestro país.

Ninguna de las tres mociones de censura planteadas desde la que hace ahora 40 años que trajeron la democracia en nuestro país salieron triunfantes, cada una de ellas solo sirvieron como escenario para potenciarse sus autores Felipe González y Hernández Mancha, y fueron las posteriores elecciones las que verificaron los cambios políticos.

Esa experiencia de nuestra democracia nos debería de servir para no emperrarse en la presentación de nuevas “mociones de censura” en el próximo periodo de sesiones, si no se cuenta previo a su presentación, con la mayoría que le garantice el éxito necesario para poner punto y final al Gobierno de Mariano Rajoy.

Y en lo que queda de legislatura yo espero y millones de españoles seguro que también, que la nueva dirección ejecutiva del PSOE con el liderazgo de Pedro Sánchez lleve a cabo una autentica oposición de izquierdas a las prácticas de ajustes y recortes del Gobierno de la derecha.

Y que esa será, yo no tengo ninguna duda, el inicio del fin del Gobierno de Mariano Rajoy que las urnas decidirán facilitando el cambio por un Gobierno con Pedro Sánchez de Presidente.

                                      16 junio 2017

 

 

 

 

sábado, 10 de junio de 2017

PABLO IGLESIAS: UN EMBUSTERO DE DERECHAS


PABLO IGLESIAS: UN EMBUSTERO DE DERECHAS.

El titulo de estas reflexiones, me lo he pensado, pero tiene sus razones. A Pablo Iglesias, no le ha bastado votar No a la investidura de Pedro Sánchez y coincidir con el No de Mariano Rajoy y los diputados del PP, cuando era el partido más corrupto de los que se han conocido en la historia de España
Gracias a ese No, Mariano Rajoy ha seguido como Presidente del Gobierno, a pesar de la corrupción, de las Amnistías fiscales que el Constitucional ha fallado afirmando que esa Amnistía avaló el fraude fiscal.
Ahora, Pablo Iglesias sigue mostrando su autentica vocación anti-PSOE, y lejos de situarse en un espacio de izquierdas, sigue contando mentiras, cual vulgar dirigente de un partido de derechas cualquiera.
No solo ha presentado una moción de censura, con posibilidades de éxito CERO, sino que a cuatro días de la exposición de su moción de censura en el Congreso de los Diputados, se ha descolgado con unas declaraciones en una entrevista con Reuters, en la que ha venido a confirmar con mayor rotundidad, el carácter derechoso de este “Dirigentillo” cuando ha manifestado: Que su objetivo es descartar una alianza de izquierdas como en Portugal, porque no quiere ser “socio junior” del PSOE.
Más claro, agua. A Pablo Iglesias lo que le molesta no es el Gobierno de Mariano Rajoy, y toda su corrupción, sino Pedro Sánchez y el PSOE, que desde los resultados de las Primarias, está según las encuestas, recuperando una parte importante del electorado que antaño votaba  PSOE.
Pablo Iglesias, nos ha dado suficientes pruebas de su obsesivo mantra del “Sorpasso” al PSOE, y del fracaso de ese objetivo. Por esa razón, cada día se van produciendo el transvase de votos de quienes ayer votaron Podemos pero hoy reorientan sus votos hacia la formación socialista y de izquierdas en la que se ha transformado el PSOE con el liderazgo de Pedro Sánchez.
Y a mí me parece, que quienes ayer creyeron en el Mesías Iglesias, y votaron Podemos,  hoy están convencidísimos de que la continuidad de sus votos a Podemos con Pablo Iglesias, no sirve para resolver ningún problema de los muchos que tenemos, porque su estrategia solo está sirviendo para favorecer objetivamente de hecho al Gobierno de Mariano Rajoy.
Afirmar hoy, que  el objetivo de Podemos es: “descartar una alianza de izquierdas con el PSOE”, es la más clara definición de este líder populista, que en el fondo, por sus actuaciones se ha autodefinido como un político de derechas, un avasallador caudillo con total independencia de su palabrería.
¿Entonces con quien se va a aliar  Podemos, me pregunto?” Para mí, por sus actuaciones, la respuesta es de una claridad meridiana, no puede ser otra, ya que está demostrando, que es con la derecha política y económica para impedir que el PSOE con el liderazgo de Pedro Sánchez sea un día no muy lejano la única alternativa posible al Gobierno de la derecha en nuestro país.
Y yo estoy convencido, que los inscritos como militantes de Podemos y sus electores, se van a ir dando cuenta que a Pablo Iglesias le da lo mismo que Gobierne Mariano Rajoy, a él lo único que le importa y quiere a toda costa, es llegar al poder del Gobierno, aunque para ello tenga que mantener al PP en el Gobierno años y años.
Y para ello, “miente como un bellaco” cuando dice que su partido está “prácticamente a la par que el PSOE,” e incluso “lo supera en algunos casos”.
Y con esa gran mentira, Pablo Iglesia miente y vuelve a mentir, porque en estos momentos, lo que se está constatando a través de las encuestas, es que Podemos está perdiendo porcentualmente a sus electores, mientras que el PSOE está recuperando militancia y una significativa parte de sus antiguos electores.
Y eso es lo que le molesta a Pablo Iglesias, no que el Gobierno de Mariano Rajoy y toda la corrupción, continúen en La Moncloa.
Porque si le hubiera preocupado de verdad la continuidad de Rajoy en el Gobierno. Habría actuado de manera diferente: Hubiera propuesto a los grupos políticos en el Congreso de los Diputados, la firma de los mismos para presentar la moción de censura con los apoyos necesarios para cambiar al Presidente de Gobierno.
Y si no ha procedido así, es sencillamente porque: “No hay ni un solo partido que desee cambiar a Mariano Rajoy por Pablo Iglesias como Presidente del Gobierno”.
Y es por esa comprensible razón, que Pablo Iglesias ha actuado en solitario y con la única pretensión de crearle problemas al PSOE. Porque la afirmación del PSOE como un partido de izquierdas, ha comenzado a experimentar, después de los resultados obtenidos por Pedro Sánchez en las Primarias, unas expectativas positivas, que Iglesias ha pretendido frenar con su moción de censura.
Y lo vamos a ver en la presentación que haga el próximo martes 13, Pablo Iglesias, va a dirigir más críticas al PSOE por no apoyar su moción, que al propio Mariano Rajoy. Éste, puede estar tranquilo como Presidente del Gobierno toda la legislatura, pues con estos “dirigentes de pacotilla de izquierdas”, que no tienen “Ni puta idea” de por donde pasa el hacer política seria y de izquierdas en nuestro país, Mariano Rajoy cuenta objetivamente con un aliado especial: Pablo Iglesias.
Yo espero, que el caudal de desengaños de quienes ayer votaron a Podemos, contribuyan con su voto al PSOE en las próximas elecciones. Porque Pablo Iglesias ya lo está diciendo, pero que muy clarito: “Descarta una alianza de izquierdas con el PSOE”, como se ha logrado en Portugal.
Quizá, al solitario Pablo Iglesias, le ha brotado una vocación tardía que demuestra pese a su populismo, que tiene más de político de derechas que de izquierdas.
Los afiliados y votantes de la formación  morada, yo estoy convencido que sabrán orientarse debidamente en estas circunstancias y decididamente apoyaran al PSOE y al liderazgo de Pedro Sánchez para hacer posibles los cambios de Gobierno y de políticas que necesitamos en nuestro país.

                                 10 junio 2017

 

 

 

 

 

 

viernes, 9 de junio de 2017

LA MOCION DE CENSURA: UN RIDÍCULO


LA MOCION DE CENSURA: UN RIDÍCULO
Es verdad que hay más de mil razones, por las que Mariano Rajoy debería dimitir de Presidente del Gobierno, y que se convocaran nuevas elecciones.
Pero como a Mariano Rajoy le resbalan todas las corrupciones de miembros de su partido, y tiene unas altas dosis de cara dura impresionante, está visto que habrá que empujarlo democráticamente, para poder cambiar de Gobierno.
Pero la tarea política de las fuerzas que desean el cambio, no pueden ser la de presentar mociones de censura, que de entrada ya están condenadas al fracaso más estrepitoso, como le va a suceder a la presentada por Pablo Iglesias y los diputados de Podemos. Y que vamos a constatar el próximo martes día 13 de los corrientes.
Y claro que Pablo Iglesias, aprovechando unas circunstancias muy    concretas, ha presentado la moción de censura contra Mariano Rajoy sin los apoyos necesarios para lograr el objetivo de toda moción de censura, sino más bien animado por su ambición e interés personal orientado a interferir en el proceso Congresual del PSOE, pero al final lo que va a cosechar son dos fracasos monumentales: Ni ha logrado acabar con Mariano Rajoy, ni ha logrado crearle problemas ni a Pedro Sánchez ni al PSOE.
A mí me parece además, que si nos atenemos al apartado 4 del artículo 113 de la Constitución: “Si la moción de censura no fuere aprobada por el Congreso, sus signatarios no podrán presentar otra durante el mismo periodo de sesiones”.
Es decir, que después del inevitable fracaso de la moción de Pablo Iglesias, los firmantes de la misma, estarán inhabilitados para firmar otra moción de censura, que se presente por otra fuerza política.
Por lo tanto, si llegado el momento el PSOE considerase el momento oportuno para la presentación de una moción de censura, esta no podría contar con las firmas de quienes ya presentaron la “Moción fracasada”, es decir, de los diputados de la formación morada.
Vamos, que de hecho Pablo Iglesias que no ha actuado para lograr un cambio del Presidente del Gobierno sino para lograr minar y dificultar al PSOE en esta fase de reconstrucción congresual, lo que ha conseguido es hacer el más absoluto ridículo.
Partiendo de esa realidad incontestable, en mí opinión convendría establecer con claridad meridiana dos objetivos que el PSOE con el liderazgo de Pedro Sánchez tienen ante el inmediato presente y un futuro no muy lejano, en nuestro país.
Es obvio, que la configuración de un equipo en la Comisión Ejecutiva de compañeros/as profundamente comprometidos con la defensa del proyecto socialista que apruebe el Congreso Federal, es la continuidad del buen paso que la inmensa mayoría de afiliados dieron en las Primarias,. Un buen paso y necesario para lograr la recuperación electoral del PSOE.
Y por supuesto, que en cada Congreso de las Comunidades Autónomas, se siga dando la batalla para la consolidación de equipos de dirección claramente identificados con el proyecto socialista surgido en el Congr5eso Federal del 16 al 18 de junio, para poner fin a las “Fracciones en el seno del PSOE”.
Es inadmisible por repugnante, que ya se haya anunciado que los ex –presidentes y algunos barones se plantean la “Recuperación del PSOE” con Eduardo Madina, dentro de dos años.
Porque la unidad en el PSOE, es el requisito fundamental y democrático, para hacer posible la recuperación de miles de nuevos militantes, así como de los cientos de miles de votantes que dejaron de votar al PSOE como consecuencia de sus políticas no muy lejanas.
Y en esa tarea, hay que volcarse el conjunto del Partido, los afiliados desde las agrupaciones y sus órganos de dirección tanto de las agrupaciones junto a sus órganos de direcciones locales y de las Comunidades Autónomas. Porque sin lograr esa recuperación, el PSOE por sí solo no va a poder alcanzar el liderazgo real, que le permita propiciar los cambios de Gobierno con éxito.
Y a mí me parece, que desde esa posición inequívoca de un PSOE de izquierdas, el conjunto de militantes no pueden olvidar el “talante de quien hoy dirige con su estilo caudillista y populista” Podemos, con un claro objetivo: “El mantra del Sorpasso al PSOE”.
Con ese talante de Pablo Iglesias, no fue posible por su ¡NO! a la Investidura de Pedro Sánchez, acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy. Y las actuaciones que ha continuado llevando a cabo, desde entonces, no permiten en mi opinión, albergar las esperanzas de un posible acuerdo mientras que Pablo Iglesias siga al frente de Podemos y con esa obsesión anti-socialista.
Otra cosa seria, que las experiencias de quienes votaron Podemos, creyendo que había llegado el “Mesías Iglesias”, defraudados por su ultra izquierdismo, que no ha aportado ninguna mejora con soluciones a los múltiples problemas, reflexionen y reorienten su voto al PSOE.
No se trata de demonizar a Podemos, no, no es eso, pero tampoco que no confundamos, porque mientras Pablo Iglesias siga en sus trece, no va a ser posible ningún acuerdo con el PSOE, que haga posible el cambio de Gobierno.
El problema sobre el que se están manifestando múltiples elucubraciones, en un sentido y en otro, solo van a poder solucionarse – en mi opinión – con la actuación de Pedro Sánchez y la nueva Comisión Ejecutiva y los nuevos equipos que surjan de los Congresos Autonómicos en la solución  de los problemas que hoy nos afectan, en nuestro país.
Y por otro, que desde Podemos se produzca un giro copernicano a las directrices que hoy impone Pablo Iglesias, con los cambios de su equipo de dirección.
La actual composición del hemiciclo parlamentario, no permite a ningún partido, incluido al PP, tener la mayoría suficiente para aprobar sus propuestas en solitario. La obligatoriedad de llegar a acuerdos es imprescindible para lograr el éxito de cualquier propuesta.
En consecuencia, necesitamos que todo el PSOE este volcado desde la más absoluta Unidad, en la defensa de las políticas y propuestas que se van a  ir planteando por vía parlamentaria.
Y lograr la más amplia afiliación y la recuperación del “voto perdido” para situar al PSOE en las mejores condiciones para llevara a cabo las propuestas de cambio del Gobierno. Y si Mariano Rajoy  convoca nuevas elecciones, y no se termina la legislatura, yo no tengo la menor duda que Pedro Sánchez y el PSOE lograrían unos buenísimos resultados de las mismas.

                              8 junio 2017.

 

     

 

 

 

 

 

jueves, 8 de junio de 2017


 LA MOCION DE CENSURA: UN RIDÍCULO

Es verdad que hay más de mil razones, por las que Mariano Rajoy debería dimitir de Presidente del Gobierno, y que se convocaran nuevas elecciones.

Pero como a Mariano Rajoy le resbalan todas las corrupciones de miembros de su partido, y tiene unas altas dosis de cara dura impresionante, está visto que habrá que empujarlo democráticamente, para poder cambiar de Gobierno.

Pero la tarea política de las fuerzas que desean el cambio, no pueden ser la de presentar mociones de censura, que de entrada ya están condenadas al fracaso más estrepitoso, como le va a suceder a la presentada por Pablo Iglesias y los diputados de Podemos. Y que vamos a constatar el próximo martes día 13 de los corrientes.

Y claro que Pablo Iglesias, aprovechando unas circunstancias muy    concretas, ha presentado la moción de censura contra Mariano Rajoy sin los apoyos necesarios para lograr el objetivo de toda moción de censura, sino más bien animado por su ambición e interés personal orientado a interferir en el proceso Congresual del PSOE, pero al final lo que va a cosechar son dos fracasos monumentales: Ni ha logrado acabar con Mariano Rajoy, ni ha logrado crearle problemas ni a Pedro Sánchez ni al PSOE.

A mí me parece además, que si nos atenemos al apartado 4 del artículo 113 de la Constitución: “Si la moción de censura no fuere aprobada por el Congreso, sus signatarios no podrán presentar otra durante el mismo periodo de sesiones”.

Es decir, que después del inevitable fracaso de la moción de Pablo Iglesias, los firmantes de la misma, estarán inhabilitados para firmar otra moción de censura, que se presente por otra fuerza política.

Por lo tanto, si llegado el momento el PSOE considerase el momento oportuno para la presentación de una moción de censura, esta no podría contar con las firmas de quienes ya presentaron la “Moción fracasada”, es decir, de los diputados de la formación morada.

Vamos, que de hecho Pablo Iglesias que no ha actuado para lograr un cambio del Presidente del Gobierno sino para lograr minar y dificultar al PSOE en esta fase de reconstrucción congresual, lo que ha conseguido es hacer el más absoluto ridículo.

Partiendo de esa realidad incontestable, en mí opinión convendría establecer con claridad meridiana dos objetivos que el PSOE con el liderazgo de Pedro Sánchez tienen ante el inmediato presente y un futuro no muy lejano, en nuestro país.

Es obvio, que la configuración de un equipo en la Comisión Ejecutiva de compañeros/as profundamente comprometidos con la defensa del proyecto socialista que apruebe el Congreso Federal, es la continuidad del buen paso que la inmensa mayoría de afiliados dieron en las Primarias,. Un buen paso y necesario para lograr la recuperación electoral del PSOE.

Y por supuesto, que en cada Congreso de las Comunidades Autónomas, se siga dando la batalla para la consolidación de equipos de dirección claramente identificados con el proyecto socialista surgido en el Congr5eso Federal del 16 al 18 de junio, para poner fin a las “Fracciones en el seno del PSOE”.

Es inadmisible por repugnante, que ya se haya anunciado que los ex –presidentes y algunos barones se plantean la “Recuperación del PSOE” con Eduardo Madina, dentro de dos años.

Porque la unidad en el PSOE, es el requisito fundamental y democrático, para hacer posible la recuperación de miles de nuevos militantes, así como de los cientos de miles de votantes que dejaron de votar al PSOE como consecuencia de sus políticas no muy lejanas.

Y en esa tarea, hay que volcarse el conjunto del Partido, los afiliados desde las agrupaciones y sus órganos de dirección tanto de las agrupaciones junto a sus órganos de direcciones locales y de las Comunidades Autónomas. Porque sin lograr esa recuperación, el PSOE por sí solo no va a poder alcanzar el liderazgo real, que le permita propiciar los cambios de Gobierno con éxito.

Y a mí me parece, que desde esa posición inequívoca de un PSOE de izquierdas, el conjunto de militantes no pueden olvidar el “talante de quien hoy dirige con su estilo caudillista y populista” Podemos, con un claro objetivo: “El mantra del Sorpasso al PSOE”.

Con ese talante de Pablo Iglesias, no fue posible por su ¡NO! a la Investidura de Pedro Sánchez, acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy. Y las actuaciones que ha continuado llevando a cabo, desde entonces, no permiten en mi opinión, albergar las esperanzas de un posible acuerdo mientras que Pablo Iglesias siga al frente de Podemos y con esa obsesión anti-socialista.

Otra cosa seria, que las experiencias de quienes votaron Podemos, creyendo que había llegado el “Mesías Iglesias”, defraudados por su ultra izquierdismo, que no ha aportado ninguna mejora con soluciones a los múltiples problemas, reflexionen y reorienten su voto al PSOE.

No se trata de demonizar a Podemos, no, no es eso, pero tampoco que no confundamos, porque mientras Pablo Iglesias siga en sus trece, no va a ser posible ningún acuerdo con el PSOE, que haga posible el cambio de Gobierno.

El problema sobre el que se están manifestando múltiples elucubraciones, en un sentido y en otro, solo van a poder solucionarse – en mi opinión – con la actuación de Pedro Sánchez y la nueva Comisión Ejecutiva y los nuevos equipos que surjan de los Congresos Autonómicos en la solución  de los problemas que hoy nos afectan, en nuestro país.

Y por otro, que desde Podemos se produzca un giro copernicano a las directrices que hoy impone Pablo Iglesias, con los cambios de su equipo de dirección.

La actual composición del hemiciclo parlamentario, no permite a ningún partido, incluido al PP, tener la mayoría suficiente para aprobar sus propuestas en solitario. La obligatoriedad de llegar a acuerdos es imprescindible para lograr el éxito de cualquier propuesta.

En consecuencia, necesitamos que todo el PSOE este volcado desde la más absoluta Unidad, en la defensa de las políticas y propuestas que se van a  ir planteando por vía parlamentaria.

Y lograr la más amplia afiliación y la recuperación del “voto perdido” para situar al PSOE en las mejores condiciones para llevara a cabo las propuestas de cambio del Gobierno. Y si Mariano Rajoy  convoca nuevas elecciones, y no se termina la legislatura, yo no tengo la menor duda que Pedro Sánchez y el PSOE lograrían unos buenísimos resultados de las mismas.

                              8 junio 2017.

 

     

 

 

 

 

 

jueves, 1 de junio de 2017


PAYASADAS  PARLAMENTARIAS.

Aunque no es la primera vez, que Pablo Iglesias con sus intervenciones y pretensiones, nos ha dado un deplorable espectáculo en el Congreso de los Diputados. La presentación de la moción de censura a Mariano Rajoy, se sitúa en la cumbre de las Payasadas Parlamentarias del líder de Podemos.

Porque si bien, el artículo 113 de la Constitución, contempla la posibilidad de exigir responsabilidades políticas al Gobierno, mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura. También requiere en el apartado 2 del citado artículo, que toda moción de censura habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno.

En función de lo dispuesto en la Ley, pero teniendo en cuenta la forma de actuación de Pablo Iglesias, la moción no es tanto de “censura a Mariano Rajoy” – por mucho que se lo merezca – sino un claro intento de irrumpir en el proceso Congresual en el que está inmerso el PSOE y donde tiene que elegir una nueva Comisión Ejecutiva.

 Pero si a “la provocación política” hubiese que bautizarla, estoy convencido que el mejor nombre sería el de Pablo Iglesias. Porque él sabe muy bien y además es de notoriedad pública, que ni el PSOE ni ningún otra fuerza del hemiciclo le van  votar la enmienda presentada, sin previamente constatar si tenía la mayoría suficiente para terminar con el Presidente del Gobierno, y porque además aceptar a Pablo Iglesias como nuevo Presidente del Gobierno, no tiene ningún grupo que lo aceptara, y hasta me atrevo a apuntar que tampoco sería votado por más de uno de los diputados de su grupo.

Es obvio que Mariano Rajoy, si tuviera un miligramo de dignidad y decencia política, habría dimitido ¡YA! y se convocarían nuevas elecciones. Pero como no lo hace, hay que tirarlo, pero para eso, hace falta que en el momento más oportuno y liderado por Pedro Sánchez se presente una moción de censura, con el previo acuerdo de las fuerzas parlamentarias que de entrada constituyeran la mayoría absoluta necesaria para triunfar. Y así, creo yo que se verificará.

Porque para acabar con Mariano Rajoy y su Gobierno, hacen falta hoy tres cosas, tres cualidades de suma importancia.

En primer lugar, que el partido o coaliciones de partidos que planteen una moción de censura tengan al menos la mayoría absoluta del hemiciclo.

En segundo lugar se debe presentar el “Programa de Gobierno” del aspirante a Presidente del Gobierno, pero ni Pablo Iglesias ni Podemos han mostrado jamás cual es su “Programa de Gobierno”.

Y en tercer lugar, si Pablo Iglesias no cuenta con la mayoría absoluta, ni tiene “Programa de Gobierno”, y tampoco cuenta con el apoyo de los grupos de la Cámara para que sea el nuevo Presidente del Gobierno.

La pregunta del millón ¿Para qué ha actuado Pablo Iglesias como ha actuado?

Pues sencillamente, porque a Pablo Iglesias le da lo mismo, y el día 13 cuando se debata la moción, de quienes de su grupo van a  salir a explicar las razones de la moción, y Pablo iglesias termine explicando “Su Programa de Gobierno” lo harán como si estuvieran bajo la carpa de un circo, y será una “Payasada Parlamentaria”, y nada más.

Pero la realidad que se está configurando, se está fraguando al margen de las ocurrencias de Pablo Iglesias, es otra. Y ni el referéndum entre los 487,000 inscritos con derecho a voto de Podemos, donde solo votaron 87,674 personas pronunciándose a favor de la enmienda, da posibilidades de triunfo de la misma, ni la concentración en la Puerta del Sol sirva para nada.

En mi opinión, la realidad es bien otra, y es que el radicalismo personalista de Pablo Iglesias, es el que está llevando a importantes sectores de la organización a expresar su descontento, un especie de desafección con las directrices del “líder”. Porque Podemos, no logra en solitario ningún éxito,  ni son capaces de propiciarlo con otras fuerzas mediante las convergencias necesarias para lograr soluciones a los problemas reales que estamos sufriendo.

Y las “Payasadas ocurrentes de este líder”, me da la impresión, que ya han generado profundos y bastantes desacuerdos entre sus filas.

La obsesión maniática del “Sorpasso” al PSOE, le ha llevado a Pablo Iglesias a perder el sentido político, por el que debe orientarse cualquier dirigente de una organización política, y poder actuar definiendo la hoja de ruta de la acción política de su organización.

En el fondo, su radicalidad no ha logrado ninguna coincidencia con ninguna fuerza en el Congreso de los Diputados, de importancia, salvo la coincidencia del ¡NO! de la bancada morada,  con el ¡NO! del PP, a la investidura de Pedro Sánchez.

Y a esa situación se ha llegado por la visceralidad política de Pablo Iglesias, que ha logrado que Podemos ocupe el espacio político del aislamiento total.

Mientras que el liderazgo político del PSOE con Pedro Sánchez como Secretario General y la nueva Comisión Ejecutiva que saldrá elegida el 18, entre otras cosas se ha vuelto como un “boomerang” contra las intenciones de Pablo Iglesias.

Porque Pedro Sánchez ya ha definido el tablero político en el que se va a mover el PSOE, en el Congreso de los Diputados, y en la acción política en general,  orientada a liderar el proceso de cambio del Gobierno de Mariano Rajoy. Y esa jugada ha puesto fuera de juego a Pablo Iglesias.

En mi opinión, como la estrategia política para desplazar de la Moncloa a Mariano Rajoy, exige la mayoría absoluta, me parece imposible de alcanzar con Pablo Iglesias por su trayectoria. Pero si creo, que más pronto que tarde, Iñigo Errejón y todos los críticos con las actuaciones de Pablo Iglesias, será posible la convergencia necesaria para acabar con el Gobierno actual. 

Será un proceso que tendrá que ir perfilándose, madurándose, con el que yo entiendo un Podemos diferente, si será posible un avance serio de la Unidad de la Izquierda.

                                    1 junio 2017.