lunes, 20 de julio de 2015

LA CAMPAÑA DE LAS GENERALES.



Los resultados de las urnas el pasado 24M y los obtenidos como consecuencia de los acuerdos bi, tri, y más partidos para gobernar en los ayuntamientos y las Comunidades Autónomas, han permitido el poder realizar múltiples y contradictorias lecturas.
Porque tanto el PP como el PSOE, siendo los partido más votados, el primero con una pérdida de 2,5 millones de votos le ha ocasionado una gran pérdida  del poder territorial, mientras que el PSOE también con una pérdida de 700,000 votos ha venido a recuperar mediante los acuerdos y pactos sus gobiernos autonómicos en Castilla la Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, etc.
Los  resultados de las elecciones municipales y autonómicas han hecho que nos encontremos ante la situación más abierta y plural en años, algo que no tiene porqué ser negativo. Ahora bien el problema es que después de la bocanada de aire fresco que ha supuesto los cambios en los Ayuntamientos y en las C. Autónomas recortando considerablemente el poder institucional del PP, el poder de los nuevos gobiernos no se enreden entre los partidos componentes y consigan gobernar, y no vayan a provocar con sus diferencias – que las hay y muchas – la ingobernabilidad en los Ayuntamientos y C. Autónomas.
Y esas situaciones que pueden darse en el interregno electoral que nos separan de los próximos comicios generales. Serán muy lamentables pero pueden darse ante las elecciones generales.
Si es verdad, que la significación especial de estas elecciones, y es muy relevante, han tenido lugar en el momento de la más profunda crisis institucional que hemos vivido en España desde que la democracia fue restaurada con la aprobación de la Constitución de 1978,  y que han abierto un espacio político más plural, que de por si no tiene porque ser negativo, pero que al igual que ha obligado a diferentes partidos a dialogar y acordar gobiernos, también estos conviene que recuerden que deben saber ahora, aprender a gobernar de otra manera.
Es legítimo de que cada uno de los partidos políticos más situados a actuar ante las elecciones generales, PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, por ser situados para ello por los electores, es complejo y no pueden contemplar tan solo su interés particular. Siendo legítimo que cada partido utilice sus propios proyectos, también correrán el riesgo de verse apartados del escenario político, si dan un paso equivocado. Propiciar exclusivamente las estrategias que mayor rédito cortoplacista puedan otorgarles, no es el mejor camino en este momento para ningún partido.
Es ineludible, que la agenda de la gobernabilidad de los diferentes partidos  requiere a su vez de grandes consensos y firmes voluntades.
La tarea de la regeneración democrática necesaria en los partidos y en la vida política, no es en estos momentos ni Podemos, ni Ciudadanos, ni pueden ser tomados cada uno como la salvación del sistema democrático, ni tan siquiera como  la tabla de salvación de un PSOE después del caótico liderazgo de los últimos años de este partido y con los hábitos de ser un partido cerrado para sí, y ocupado  en sus luchas internas, pero que hoy con Pedro Sánchez está apareciendo con sus propuestas rigurosas y posibles como el único partido que puede faciltar el gran cambio que  en España se necesita, sin el cual, ningún cambio progresista será posible.
Por todo lo anterior, y ante las elecciones Generales que se avecinan, los españoles tenemos que reflexionar y orientar nuestro voto para lograr que los cambios iniciados el 24-M puedan configurar el cambio necesario en nuestro país
Porque hoy la campaña electoral, ya la ha empezado el PP y el Gobierno del Sr. Rajoy, con una estrategia basada fundamentalmente en dos ejes.
El primero de ellos es la defensa de la política que han venido aplicando durante la legislatura que han venido gobernando, es decir: recortes, desempleo, más déficit, desigualdades, etc., como una política justa a perseverar en la misma en la futura legislatura. Aunque ahora la adornan con promesas como las rebajas del IRPF, y otras promesas con el claro objetivo de obtener un rendimiento electoral, pero que no pueden volver a engañar a los españoles.
Para quien lo haya olvidado, conviene que les recuerde, que después de los tres años del Gobierno del PP, este ha demostrado no saber nada de nada de economía. Recientemente el Sr. Rajoy dijo en Tele-5 que si España tuviera la misma deuda que Grecia, que era de 900,000 millones de € ó sea el 90% de su PIB, esto seria catastrófico.
Se ve que Rajoy ha olvidado que cuando él llegó a la Moncloa, España tenía una Deuda Pública de 700,000 millones, y hoy tenemos 1billón 50,000 millones, y eso es mucha deuda, muchísima deuda. Pero el problema no es que ahora tengamos mucha Deuda, sino que sigue aumentando muchísimo más, y eso hace que ahora que el Sr. Rajoy ha anunciado la bajada del IRPF, va a aumentar muchísimo más la deuda pública, que va a hacer más grande el agujero de las pensiones, por eso no acaba de meter la mano en la hucha de las pensiones, que va a dejar la Seguridad  Social al borde de la quiebra.
Y si el Sr. Rajoy siguiera gobernando en la próxima legislatura, con la misma política que ha anunciado seguir gobernando, no habría que congelar las pensiones –como ya ha hecho- sino que habría que recortar las mismas. Porque cuando el BCE normalice los tipos de interés y los suban al 2 ó el 3%, los intereses subirán muchísimo más de lo que crecían cuando Rajoy llegó  a la Moncloa en 2011.
Ahora las políticas necesarias son las que hagan subir los ingresos, y no seguir recortando gasto como se ha recomendado que lo hagan las Comunidades Autónomas en Sanidad y Educación.
Y para lograr más ingresos, se necesita cambiar de política, empezando por la puesta en marcha del Plan Juncker que todavía está perdido en Bruselas, hay que cambiar el modelo productivo, apostar por el I+i, por la Educación y por la innovación.
Y cuando se haga todo eso, y se contenga el gasto público, se haga una gestión prudente de los gastos, se podrá reducir el déficit que el Sr. Rajoy dijo reducir para este año y que lo dejaría en 42,000 millones, cuando hoy ha alcanzado la cifra de 60,000 millones.
O sea, que el Gobierno del Sr. Rajoy ni va a cumplir la reducción del déficit prometido, ni va a cumplir ninguna de las promesas que como parte de su campaña electoral ha iniciado ya.
Y esto es lo que nos dejará de herencia en caso de que los españoles le otorguen una votación suficiente para seguir gobernando con las malas políticas que el PP está anunciando en su Campaña Electoral como la “salvación del país”.
El segundo eje de la Campaña Electoral del PP, es la estrategia de asustar al electorado acusando al PSOE de “Radicalismo visceral” cuando este partido está teniendo una sensible mejora en las perspectivas del voto, como fruto de sus propuestas, y naturalmente con las intenciones de impedir que el PSOE sea el partido que lidere el gran cambio que necesitamos en España.
Estos ejes que caracterizan la Campaña demagógica de promesas y de descalificaciones son los pilares con los que el PP y el Gobierno pretenden conseguir la mayoría que les permita mantenerse en el Gobierno. O solos, gracias al engaño mayoritario de los españoles, o mediante los pactos con Ciudadanos, la pura y clara fotocopia de un partido rejuvenecido en lo físico, con la figura del joven líder Albert Rivera, pero alimentado con las ideas y propuestas que han caracterizado a la derecha rancia de este país, desde siempre.
Conviene pues, en este periodo electoral en mi opinión, extender el convencimiento de que los españoles no debemos equivocarnos una vez más con el voto al PP, y seguir siendo víctimas de la continuidad de la misma política.
Porque pese a las experiencias vividas en esta legislatura, el PP sigue teniendo las ventajas que les da estar en el Gobierno y contar con la campaña de “las promesas” y del miedo, para lograr su permanencia en el mismo, con los apoyos de su homologo Ciudadanos si los necesitara.
Ante esas posibilidades, estoy seguro que solo la reflexión y el voto mayoritario en noviembre al único partido que aparece con proyecto, organización y garantías de abordar el Cambio en nuestro país, como es el PSOE, puede facilitar los cambios que necesitamos en el país.

                                          César Llorca Tello.

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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