Cuando estos días
atrás, hemos deseado a familiares y amigos él, tradicional “Feliz Año Nuevo” siguiendo las buenas costumbres, me
parece que los buenos deseos no se van a cumplir, a la vista de las
perspectivas de este Año 2018, desde cualquier punto de vista que se quiera
ver.
Porque desde “los buenos deseos” de salud y
bienestar, a la triste realidad hay un buen trecho, como podemos constatar, y
que no va a ser fácil, más bien imposible, recorrerlo con las políticas del
Gobierno y Mariano Rajoy de Presidente.
Porque gobernar, no
es permanecer indefinidamente a bordo, sin jarcias ni timón, como un naufrago,
que es como está ya Mariano Rajoy después del 21-D. Y si gobernar, consiste en
saber fijar el rumbo, en saber alcanzar el puerto de destino…. Saber incluso
desembarcar del Gobierno, cuando toca, eso Mariano Rajoy ni sabe, ni es capaz
de aprenderlo….. Por eso hay que cambiar el Gobierno de España y al Presidente
Rajoy.
Porque se hacen
necesarios: “La creación de empleo con mejores contratos de trabajo y mejor pagados,
la financiación correcta a las Comunidades Autónomas, la aprobación de un
Presupuesto para este año donde se contemplen más inversiones del gasto
público, en sanidad, enseñanza, y en una protección social digna, y además que
garanticen el mantenimiento del Sistema
de Pensiones que hasta hoy es insostenible tal cual está concebido, - con menos
ingresos que el gasto en el abono de las actuales pensiones - y que necesita
ponerlo a salvo, mediante las aportaciones desde los Presupuestos
Generales del Estado, con nuevos impuestos que lo hagan viable, etc., etc.”
Mientras, Mariano Rajoy que ha recibido unas calabazas
monumentales a su PP en Cataluña, y a su política general tras las elecciones
del 21-D, sigue en sus trece: “La Ley es
la Ley” sin aceptar que la Ley con la ley se puede transformar. Y solo ha
recordado al nuevo Govern, que tiene que gobernar cumpliendo la ley. Y
eso, suena otra vez a 155. ¡Vamos el caos!, y que teniendo además
serios problemas para aprobar los Presupuestos para este año, solo se le ha
ocurrido dirigirse a los españoles desbordando con embustes y demagogia la
realidad.
La mentira más
solemne ha sido la de afirmar que la crisis está superada, gracias a las
políticas que se han venido tomando desde su Gobierno, es decir los recortes y
recortes que nos han empobrecido mas y mas a los españoles. Con esas políticas,
hoy hay 9 millones de personas que son pobres ó en riesgo de excusión social,
2,3 millones de personas que trabajan pero son pobres, y el 30% de los niños
están en riesgo de exclusión social. España es después de EE.UU el país más
endeudado del mundo, con una deuda totalmente impagable, etc., etc. Y con esa
realidad, Mariano Rajoy se ha permitido afirmar que la economía española va muy
bien: “La única sombra es el
secesionismo catalán".
Pero ¿Qué hace Mariano Rajoy? ante la crisis
institucional y política en Cataluña, que no ha remitido. ¡Pues Nada!, ni parece que Mariano Rajoy tenga intenciones de intentar
hacer…algo. Salvo amenazar con otro 155 si no se cumple con la legalidad
vigente. Pero la realidad es que si bien el desafío independentista le ha
servido a Mariano Rajoy de escusa para no hacer nada en materia legislativa
ante temas tan urgentes como la financiación de las Comunidades Autónomas o
lograr la mayoria parlamentaria para aprobar los Presupuestos de este año,
entre otras, hoy ponen en evidencia su
incapacidad como Gobierno.
Por otro lado, la
fractura entre el PDeCAT y ERC, no se ha estañado, sino todo lo contrario,
porque el autoritarismo caudillista de Puigdemont persiste en su reivindicación
de ser el President, pero al mismo tiempo, si no está dispuesto a regresar a
España, ya que la puerta abierta que tiene ante si, no es la del Govern, sino
la de la Prisión de Estremera. Y esa realidad, viene a agudizar la
confrontación personal con ERC y Oriol Junqueras, que después de ser
desestimada su demanda de excarcelación por la unanimidad de los Magistrados
del Tribunal Supremo, permanece en Estremera.
Vamos, los dos
candidatos, con sus ansias personalistas que hoy ofrecen las perspectivas del
independentismo, están: “O fugado y sin disposición a volver a
España, y el otro en la Prisión de Estremera.”
Los secesionistas,
cada vez más están abocados a una división personalista y al fracaso que
supondría el reintentar proclamar la “Independencia de Cataluña” que de
entrada al día de hoy, “No tienen más
proyecto, que el de seguir demostrando
su incapacidad para formar tanto la Mesa del Parlament, como la elección del
Govern y de su President” después del fracaso del “Proces separatista”, y de intentar,
otra vez la proclamación de la Independencia.
Porque con las
sustituciones de los encarcelados ó fugados, que figuraban en las
correspondientes candidaturas tanto
JuntsxCat y ERC, cuando se efectúen, “tampoco
van a tener el apoyo de la CUP si el Govern, no proclama la República”, según
las manifestaciones de la dirección de esta formacion radicalmente anti-todo, “Que la CUP, no apoyara ningún Govern que
no proclame la República”.
Y que Artur Más,
anunciara su dimisión como presidente del PDeCAT, como consecuencia de la
condena que le impuso el Tribunal Supremo, pendiente de ratificación, así como
la renuncia a su acta de diputado del ex-conseller de Justicia, Carles Mundo,
vienen a agudizar la crisis del separatismo.
Mientras
Puigdemont, sigue en su “Ridículo e
inadmisible empeño” de ser investido President, por la vía Telemática
President, para “Volver con toda
seguridad a Cataluña como President”. Ridículo y además una mentira más de
este Fugado por su responsabilidad como President en la violación de las normas
democráticas del Estado de Derecho que es España.
Así que, estamos al
borde de repetir en Cataluña, la ingobernabilidad y el incumplimiento de la
ley…. Otra vez más. Al tiempo.
Porque la
superación de la actual crisis institucional y política en Cataluña exige en
primer lugar serenar los ánimos, las rupturas y confrontaciones sin ninguna
base racional, que sitúe la ruptura de Cataluña con España, y con Europa, como
la única meta posible.
Porque los
resultados de esos objetivos, ya han demostrado a donde ha conducido a la
sociedad en Cataluña, con las políticas, actuaciones y fines del independentismo
que han sido errores garrafales, por su
ilegalidad manifiesta y que no aconsejan
el volver a repetirlos. Porque ya lo decía Albert Einstein: “Locura es hacer la misma cosa, una y otra vez, esperando obtener diferentes
resultados”.
Y locuras, lo mejor
no repetirlas. Por eso, hay que iniciar las propuestas de “Reforma
Constitucional” que ha planteado Pedro Sánchez con voluntad de que – entre
otras actualizaciones – la nueva Constitución, haga posible el reconocimiento
del Estado multinacional con la existencia de la Unidad de todas las Naciones y
Comunidades Autónomas que configuran España. Porque nuestro sistema
constitucional, hace posible una modificación parcial, ó total de la “Norma Fundamental”, con la aprobación
de la mayoria de dos tercios de cada cámara. Y esos cambios a través del
artículo 168 de la actual Constitución pueden contemplar los cambios del Título
I ó al Título II.
Porque esos
cambios, que pueden contemplar cualquier demanda, son posibles siempre que no
se altere, el carácter democrático de la Constitución, están siendo frenados hoy
por la voluntad de Mariano Rajoy.
Y esa reforma es
tan necesaria como urgente. Porque no hay más salida a esta situación, a la que
nos han llevado, “el enrocamiento político
de Mariano Rajoy” y el “Proces
soberanista” de los líderes independentistas que anunciaban la garantía de
una “Secesión sin costes”, pero sus
argumentos, tan contundentes a primera vista, se resienten de un análisis
documentado y razonado.
Análisis y razones,
que hay que situar como instrumento para el dialogo y el convencimiento de cómo
y porque, los intereses de los catalanes no requieren ninguna separación de España
en el marco de una nueva Constitución. Porque a la vista de lo sucedido, con
los resultados económicos y sociales que generaron el Govern de Puigdemont y
Junqueras, yo estoy convencido que las
convicciones de los dos millones de catalanes que votaron independentista, se
irán perdiendo, progresivamente, y favorecerán un día la formacion de un Govern
que gobierne para todos los catalanes, y en un marco de una nueva Constitución.
Porque de hecho, no
hay otra salida a la crisis institucional y política en Cataluña, que la labor política
de los partidos que deben empeñarse en trabajar firme, paciente e
inteligentemente para restablecer nuevas convicciones en la sociedad catalana. Porque
las convicciones basadas en los ficticios
“Cuentas y los cuentos” que
hoy sostienen dos millones de votos,
llegara un día que se perderán como consecuencia de los contrastes que
ha evidenciado “las proclamas
Independentistas”, y ya no volverán a confiar en ellas.
Y ese fenómeno, sucederá
como con la virginidad, que una vez perdida, ya no vuelves a recuperarla.
Y esa es a mi
juicio, la gran tarea que hay que abordar, aunque para quienes ambicionan el
poder como Puigdemont, Junqueras y Rajoy, no exista una vía media, entre la
cumbre y el precipicio, porque la inteligencia política de ambos es de talla
Bonsay.
Porque la ventaja de
ser inteligentes, -si lo fueran - ante una situación como la actual en
Cataluña, seria que podrían gobernar en Cataluña y en España, incluso así, les resultaría
más fácil pasar quizá por tontos. Pero lo contrario, es mucho más difícil, como
lo estamos comprobando, es que ni son inteligentes, y además demuestran que ya
no pueden ser más tontos políticamente hablando.
Para mi es que
tanto Cataluña como España, necesitan cambios de Gobiernos y de liderazgo en el
nuevo Govern y en la Moncloa. Pero eso solo lo harán posible los ciudadanos
ejerciendo su derecho a decidir, cuando lo hagan en las próximas elecciones
generales, y sea posible una holgada mayoria del PSOE y que Pedro Sánchez sea
el Presidente de Gobierno que España y los españoles necesitamos.
“Mientras, todo apunta a que el Govern que surja del
Parlament, va a ser un Gobierno sin dirección alguna, y sin brújula para
encontrarla”.
Porque, si como
resultados del 21-D, nos hemos encontrado con la misma situación de fractura
parlamentaria, sinceramente creo, que hasta que no se superen los niveles de
incultura, no solo política, sino los niveles de incultura pura y dura, en la
sociedad catalana, no se van a poder superar las fracturas económicas y
sociales originadas en Cataluña, y todas las propuestas vengan de donde vengan,
si no es para salir de este caos, va a llegar un día, en que : “No serán creíbles por los ciudadanos en
Cataluña”.
10 enero 2018
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